sábado, 9 de octubre de 2010

Mi Libro...Primera Parte

La realidad. Sucesos que se miran desde lejos pero se duda que su verdadero significado llegue, o por lo menos es una gran duda. Eso era lo que pensaba Sergio sentado en una banca de un parque, viendo a niños jugar y correr detrás de una pelota, una realidad que el veía pero que su corazón no entendía.

Su cabeza giraba en torno de sentimientos profundos que marcaban sus comportamientos pero que al final nunca servían de nada, una nada que cada vez se hacía más grande cuando el más solo se encontraba. La banca, el parque, los niños no eran su realidad, su realidad se hacía en su cabeza. Una cabeza tan retorcida que generaba cosas como el sufrimiento igualaba al placer y que el dolor era la felicidad con un poco de erotismo, eso era lo que al le gustaba, eso era lo que lo hacia feliz.

Sus ojos, unos ojos con un azul profundo en ellos, ese azul que igualaba al cielo, ese azul que enseñaba la pureza de sus mares. Unos ojos bellos se podría decir, pero que al mirar fijamente aniquilaban cualquier belleza en ellos, unos ojos que intimidan, unos ojos que aniquilan cualquier pensamiento de pureza en ellos, en ese ser humano tan lleno de odio el cual se reflejaba en cada aspecto de su ser.

Su caminar, un caminar lento, como si no le importara el tiempo, sin ilusión, si corazón. Si pudiese el parar del todo y no hacer nada lo haría, nada lo motiva. Las flores, las plantas, yacen a sus pasos, las pisa sin sentimiento, sin que ellas fueran parte de su mundo, sin que ellas lo sientan, y el placer que le da, lo muestra en una sonrisa sardónica la cual asusta a los transeúntes que a su lado van. Su vida, no es nada más que un mundo negro paralelo, que solo el habita y aquellos a su lado son entes que disturban la paz que el supuestamente profesa con su caminar, con hablar y con su mirar.

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